INGREDIENTES:
50g de harina de trigo de fuerza
g de levadura fresca de panadería (o 3,5 g de levadura seca de panadería)
10 g de sal
400 ml de agua muy fría
Aceite para engrasar
PREPARACIÓN:
Esta receta de pan chapata no necesita amasado. La verdad es que la masa es tan pegajosa y tiene un porcentaje de hidratación tan elevado que amasarlo es imposible. Por eso utilizamos un sistema de plegado que resulta mucho más cómodo y sencillo que el amasado común.
En un recipiente hondo y amplio colocamos la harina y la sal. Mezclamos bien para que la sal se distribuya por toda la harina.
En otro recipiente mezclamos el agua y la levadura. Removemos y trabajamos con los dedos para que se diluya bien hasta homogeneizar.
Creamos un hueco en en centro de la mezcla de harina y sal y vertemos la mezcla anterior en su interior.
Con ayuda de una cuchara o las manos, bien limpias, removemos e integramos la harina poco a poco.
Trasladamos la masa al recipiente que tenemos preparado, tapamos y guardamos en la nevera durante 24 horas.
Al día siguiente retiramos la masa de la nevera y la volcamos en una bandeja bien embadurnada de aceite para que no se pegue.
Empezamos a plegar la masa, que es el equivalente al amasado. Lo hacemos con las manos humedecidas, es la única manera de que no se nos pegue.
Introducimos las manos (como si fueran palas) debajo de la parte superior de la masa, la más alejada a nosotros. Levantamos ligeramente y la atraemos hacia nosotros, la dejamos caer sobre la mitad de la masa que no hemos levantado. Con ello la doblamos por la mitad.
Giramos la bandeja 45º y repetimos la operación tres veces más, girando la bandeja después de cada pliegue.
Cubrimos la masa con un trapo limpio y seco y dejamos reposar 45 minutos. Con ello la masa se relaja y la podemos plegar de nuevo.
Repetimos esta operación tres veces.
En este momento encendemos el horno a 250ºC con calor arriba y abajo. Introducimos un bandeja de horno en la posición central del horno, en ella vamos a depositar las chapatas formadas.
Espolvoreamos la superficie de trabajo con una cantidad generosa de harina y trasladamos la masa sobre ella. Lo hacemos con cuidado y las manos humedecidas.
Al depositarla sobre la mesa procuramos darle forma rectangular pero sin deformarla demasiado.
Espolvoreamos la masa con más harina y cortamos por la mitad, a lo largo con una rasqueta.
Trasladamos las chapatas a una bandeja cubierta con papel vegetal. Usamos esta bandeja para deslizar el papel con las chapatas a la bandeja que tenemos en el horno bien caliente.
Colocamos un recipiente con agua en la base del horno y programamos 15 minutos.
Transcurrido este tiempo retiramos el recipiente con el agua y bajamos la temperatura del horno a 200º C. Programamos 30 minutos más hasta cocer bien las chapatas.
Finalizado el tiempo, apagamos el horno, retiramos las chapatas y dejamos enfriar antes de consumir.
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